Un seguro para su cultivo
Así como asegura su casa contra catástrofes, también puede hacerlo con su cultivo. Un recubrimiento en el techo del invernadero funciona como un seguro que le protege frente a los riesgos. Con él, tiene la certeza de que su cultivo estará protegido contra condiciones meteorológicas extremas y no se verá sorprendido por un cambio climático repentino.
En un clima con veranos muy cálidos y secos, no hace falta preguntarse si un recubrimiento merece la inversión: el cálculo es muy sencillo. Se evitan problemas de calidad y la disminución de la producción, de modo que la inversión siempre resulta rentable. En un clima más templado, los productores suelen dudar más. A menudo no se trata tanto del recubrimiento en sí, sino del momento de la aplicación y de la retirada. Si se aplica demasiado pronto, se corre el riesgo de perder parte de la producción. Esto ocurre especialmente en el noroeste de Europa.
Sin embargo, debido al cambio climático, la decisión de aplicar o no un recubrimiento está cambiando. En distintos cultivos ya se han observado daños no solo durante los veranos calurosos de los últimos años, sino también con irradiación repentina y elevada en primavera. Un recubrimiento puede prevenir estos daños.
Aplicación planificada
La antigua forma de decidir a última hora cuándo aplicar un recubrimiento ya no se ajusta a las condiciones del cambio climático. Para cuando se tomen las medidas, el daño causado por una radiación intensa podría ser ya irreparable. O bien, el productor podría tener una planificación demasiado cargada como para reaccionar rápidamente.
Cada vez más empresas hortícolas están reservando su planificación al inicio del año. Esto no significa que apliquen los recubrimientos mucho antes, pero sí les da la certeza de poder hacerlo en un momento previamente definido.
El recubrimiento adecuado
La elección del recubrimiento correcto es de gran importancia. Los cultivos hortícolas y de flores cortadas, como rosas y crisantemos, pueden convertir grandes cantidades de luz en producción. Generalmente no sufren estrés lumínico, pero sí pueden experimentar estrés térmico. Al distribuir mejor la luz en el cultivo con recubrimientos difusos o que reducen específicamente la radiación térmica (ReduHeat o ReduFuse IR), se evita este problema.
En cultivos más sensibles, también puede ser necesario reducir la incidencia de la luz PAR.
En todos los casos, nuestros recubrimientos están diseñados para mantener un cultivo fuerte y en crecimiento constante. Así se obtiene una producción más alta y de mejor calidad. Además, el cultivo será más resistente a enfermedades y plagas, y tendrá mayor capacidad para soportar infecciones de virus incipientes.