Uso de recubrimientos técnicos: ¿cuáles son las ventajas?
Invertir en un recubrimiento asegura un mejor resultado y una mayor calidad del producto. La rentabilidad de la inversión depende directamente de las condiciones. Willem Valstar, de StarGrow Consultancy, asesora a productores de tomate sobre el enfoque más rentable desde el punto de vista económico.
Valstar asesora principalmente a empresas en los Países Bajos, Bélgica y el Reino Unido, y anteriormente también en Europa del Este. Utiliza un modelo de cálculo en el que se basa sistemáticamente para dar sus recomendaciones, siempre en concertación con el productor.
« Basándonos en las tecnologías disponibles, las variedades y las condiciones climáticas locales, llegamos a un plan de cultivo ideal», explica. El control de la luz desempeña un papel fundamental en este proceso: tanto en la asimilación de la luz como en el uso de recubrimientos y pantallas de protección.
« La gama de recubrimientos es cada vez más amplia y las opciones más numerosas. Hoy en día ya es posible cultivar en invierno mejorando la incidencia de la luz».
Valstar ya tiene un cliente que utiliza AntiCondens. « En su situación era casi una obligación. Las grandes gotas de condensación reducían la entrada de luz. AntiCondens ha supuesto una gran mejora en su invernadero. Otro cliente está probando AntiReflect. Es solo cuestión de tiempo», afirma.
Willem Valstar
Un poco de cálculo
En todos los casos, la pregunta clave es si la inversión en un recubrimiento será lo suficientemente rentable. « Para responder a esta pregunta, hacemos un cálculo sencillo. Así todo queda mucho más claro», dice.
En un clima continental como el de Europa Central y del Este, estos cálculos suelen mostrar resultados muy positivos.
« En Polonia, por ejemplo, se cultivan muchos tomates carnosos rosados. Con altas temperaturas, sufren necrosis apical y “hombro verde”: la parte superior del fruto no adquiere un buen color», explica. Estos problemas provocan la pérdida de entre 1 y 2 kilos de tomates por m² al año.
« ReduFuse IR previene estos problemas de calidad. Esto significa 1 a 2 kilos adicionales de tomates, con un precio medio de verano en Polonia de 0,75 €. El recubrimiento en sí cuesta entre 0,10 y 0,15 € por m², a lo que se suma el coste de aplicación. El coste total es menos de la mitad de esos 0,75 €. Así que, incluso si solo se obtiene un kilo más, ya es rentable», señala Valstar.
Un aumento en la producción
Además, hay otras ventajas. Cuando la temperatura dentro del invernadero es más baja, el productor necesita ventilar menos. De este modo, se mantiene mejor tanto la humedad del aire como el nivel de CO₂.
« Todos estos factores combinados suponen un aumento adicional de medio kilo de producción», estima.
En el Reino Unido pueden hacerse cálculos similares. El clima es más fresco y las variedades cultivadas son menos sensibles a la pérdida de calidad. « Pero las ventajas de una temperatura de planta más baja, mayor humedad en verano y un nivel más alto de CO₂ también se aplican aquí. El resultado es un aumento de la producción (entre un 1 y un 2 % de media) y, además, una calidad superior», explica el consultor.
Evolución en la elección de recubrimientos
En los últimos años, Valstar ha observado un cambio en el uso de recubrimientos técnicos en Europa Occidental. En el caso del cultivo de tomates de verano (plantaciones de mayo a agosto), antes se utilizaba con frecuencia ReduSol para proteger las plantas jóvenes de la luz y el calor del verano.
« Ahora se ven más ReduFuse y ReduFuse IR. De este modo, las plantas jóvenes reciben más luz, pero en forma difusa. Si el nivel de luminosidad es realmente demasiado alto, basta con cerrar un poco la pantalla de sombreo. Se está convirtiendo en un trabajo mucho más a medida».
En la fecha tradicional de plantación (diciembre), los productores solían no utilizar recubrimientos, pero debido a los veranos cálidos de los últimos años, el uso de recubrimientos difusos para tomates ha aumentado considerablemente.
